La terapia IPL (luz pulsada intensa) puede ser un tratamiento eficaz para el acné al atacar múltiples factores que contribuyen a los brotes de acné:

Reducción bacteriana
Emite energía luminosa que puede penetrar la piel y atacar las bacterias responsables del acné, en particular Propionibacterium acnes (P. acnes). El calor generado por IPL ayuda a destruir las bacterias, reduciendo la inflamación y la formación de nuevas lesiones de acné.

Reducción de la inflamación
Puede apuntar a los pequeños vasos sanguíneos que a menudo se asocian con lesiones inflamatorias del acné. Al estrechar estos vasos sanguíneos, la IPL reduce el enrojecimiento y la hinchazón, haciendo que el acné existente sea menos notorio.

Regulación de la producción de petróleo
Ayuda a regular las glándulas sebáceas, que son las encargadas de producir el exceso de grasa. Al reducir la producción de grasa, la IPL puede contribuir a prevenir la obstrucción de los poros y nuevos brotes de acné.

Estimulación del colágeno
Estimula la producción de colágeno, lo que puede mejorar la textura general de la piel y reducir la apariencia de las cicatrices del acné.